Reflejos primitivos

En esta entrada, les explicaré los reflejos primitivos en el bebé.

Los reflejos primitivos o arcaicos son un conjunto de movimientos automáticos realizados por los bebés ante diversos estímulos sensoriales, y que le permiten la supervivencia en las primeras semanas de vida.

La presencia y la fuerza de un reflejo es un indicador importante del desarrollo neurológico y funcional del niño. Por eso, a los recién nacidos se les evalúa esta respuesta muscular involuntaria. Muchos de los reflejos infantiles desaparecen a medida que el niño madura, aunque algunos se conservan durante toda la edad adulta.

A la edad de tres años, estos actos reflejos deberían estar completamente integrados y no volver a interferir con el movimiento. Los reflejos primitivos no integrados pueden causar problemas con las habilidades motoras gruesas o finas, con la visión, el oído, la articulación de palabras y el lenguaje.

Éstos son los diferentes reflejos primitivos que existen:

1. Reflejo palmar: 

El reflejo palmar hace su aparición a las 11 semanas de gestación y su inhibición sucede entre los 2 y 3 meses de vida. Es un reflejo primitivo y de supervivencia, cuyo papel es el de agarrarse a la madre. 

Un toque o presión suave sobre la palma hará que los dedos se cierren de manera refleja.

La habilidad de soltar llegará más tarde, una vez que haya practicado muchas veces.

Este reflejo está conectado con los movimientos de la boca y el reflejo de succión. 

Si este reflejo sigue activo a largo plazo, pueden existir problemas de destreza manual, tales como la falta de agarre de la pinza digital y dificultades para el habla e hipersensibilidad táctil.

2. Reflejo tónico asimétrico cervical (RTAC): 

Hace su aparición hacia las 18 semanas de gestación y su inhibición se produce hacia los 6 meses de vida.

Es un reflejo que facilita el movimiento (como las patadas en el útero), también ejercita el tono muscular y aporta estímulo vestibular.

El reflejo consiste en: El movimiento de la cabeza hacia un lado, provocará la extensión reflexiva del brazo y de la pierna del lado hacia el que está girada la cabeza.

Este reflejo se va integrando a través de movimientos cruzados que se realizan con el gateo.

Si este reflejo continúa activo, los síntomas que pueden darse en el niño o niña son poco tono muscular, problemas de equilibrio al mover la cabeza, lateralidad confusa, mala escritura y dificultades de percepción visual.

3. Reflejo de Galant:

Aparece al rededor de las 20 semanas de gestación y se espera que no esté presente entre los 3 y 9 meses de vida.

Para que se desencadene este reflejo se coloca al bebé boca abajo sobre la mano y se roza con el dedo los dos lados de la columna (desde el comienzo hasta el final). Primero hacia un lado y luego al otro. El bebé responderá curvando la columna hacia el lado estimulado.

Si este reflejo perdura, puede tener como consecuencias, alteraciones en el control postural, inquietud motora, escoliosis, etc.

4. Reflejo tónico laberíntico (RTL):

Es un reflejo que se divide en dos: RTL anterior y RTL posterior.

Aparece en el útero y se espera que desaparezca hacia los 4 meses de edad.

Es un reflejo provocado por el movimiento de la cabeza hacia adelante y hacia atrás, por encima y debajo del nivel de la columna.

RTL anterior: Todo el cuerpo, incluyendo brazos y piernas, se flexionan cuando la cabeza se inclina hacia adelante.

RTL posterior: El cuerpo entero se extiende y el tono de los músculos extensores del cuello, la espalda y las piernas aumenta cuando la cabeza se inclina hacia atrás.

5. Reflejo de Babinski:

Este reflejo inicia hacia las 28 semanas de gestación, y su inhibición se presenta entre los 12 y 24 meses de edad.

Funciona de la siguiente manera:
Cuando presionas con un bolígrafo en la parte lateral externa de la planta del pie desde del talón hasta el quinto dedo, el dedo primero se moverá hacia arriba y los otros dedos se abrirán en forma de abanico.

Los niños que no han desarrollado este reflejo pueden tener pies planos, desarrollar lentitud, presentar tobillos debilitados y caminar por la parte interna. Sin embargo, si se ha desarrollado pero luego no se ha integrado, caminar con la parte externa y las caderas rotan hacia afuera y suele aparecer tensión en las piernas al crecer.

6. Reflejo de Hands Pulling: 

Surge a las 28 semanas de gestación y se integra entre los 2 y 5 meses de vida.

Este reflejo se provoca sujetando al bebé alrededor de sus muñecas y tirando hacia ti; entonces el bebé dobla sus brazos y ayuda a sentarse.

Si continúa activo, podría provocar tensión en los antebrazos, dificultando así la escritura.

7. Reflejo Babkin: 

Se desarrolla en el segundo mes después de la concepción, y se mantendrá activo durante los primeros 3 o 4 meses de vida.

Este reflejo le ayudará al bebé a llevar su pulgar a la boca u objetos. Se aprientan ligeramente las palmas de las manos y el reflejo se activa cuando el bebé abre la boca y se inclina hacia adelante o hacia un lado y comienza a hacer movimientos de succión con su boca.

Si este reflejo no se integra bien, los dedos pueden tener bajo tono muscular y sus destrezas motrices se verán afectadas.

8. Reflejo plantar:

Su iniciación se da en el nacimiento, y su inhibición entre los 8 y los 10 meses de vida.

El reflejo aparece presionando con algún dedo, la planta del pie del bebé entre los dedos y el arco, haciendo que éstos se flexionen.

9. Reflejo de búsqueda:

Aparece hacia las 28 semanas de gestación y se inhibe entre los 3 y los 4 meses.

Si se presiona cerca de la boca del bebé, desplaza la cabeza hacia el lado donde nota la presión.

10. Reflejos de apoyo y marcha automática: 

Inicia alrededor de las 37 semanas de gestación y su activación termina a los 2 meses de vida.

Si se mantiene al niño de pie, en contacto con el suelo, sosteniéndole firmemente con los brazos, se observa como se endereza y apoya los pies. En ese momento, si se le impulsa un poco, va adelantando alternativamente uno y otro pie, de forma semejante a la marcha.

11. Reflejo de Moro: 

Aparece a las 28 semanas de gestación y termina entre los 3 y los 5 meses de vida.

Cuando el bebé oye un golpe fuerte o experimenta un inesperado cambio de posición, separa bruscamente los brazos, para después ponerlos sobre su pecho.


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